El 2 de febrero, el dúo anunció que oficialmente dejaría de grabar y de interpretar música bajo el nombre The White Stripes. En este comunicado la banda negó cualquier diferencia artística o problema de salud, argumentando "una infinidad de razones, primordialmente para preservar lo hermoso y especial de la banda".
Toma hermosura, Fell in Love With a Girl en directo en el programa de David Letterman, Jack y Megan White habrán abandonado el edificio pero mientras estuvieron dentro supieron mantenerlo siempre en llamas, rock simple, básico, todo coraje y corazón.
Fell in Love With a Girl ( White Blood Cells Album, XL Recordings, 2001) 1:50 min
Siento una debilidad especial por ellos, seguramente si alguien me obligara a citar el nombre de una banda, si tuviera que dar un jodido nombre entre cientos y cientos de grupos o artistas que me gustan, seguramente la respuesta sería Low, el trio de Duluth a estas alturas de la película no necesita presentación alguna, son un referente y un clásico dentro de la escena indie guay norteamericana, editando discos maravillosos desde hace casi veinte años, pues bien, cuatro años han pasado desde que editaran su álbum más experimental e innovador, el aclamado Drums and Guns (Sub Pop Records, 2007), cuatro años en los cuales el señor Sparhawk aparcó el proyecto madre y dejó a su señora en casa con los niños, para dedicarse a su otro grupo, junto al también bajista de Low, Steve Garrington, Retribution Gospel Choir, y así desmelenarse y dar rienda suelta a su vertiente más agresiva y rockera. La principal duda ante "lo nuevo" de la banda principalmente era la de si iban a volver a sorprender, si iban a seguir experimentando, o quizás iban a retornar a la senda slowcore caracteristica de la formación desde sus inicios y que abandonaron al grabar con el sello de Seattle. Pues bien han optado por lo segundo y no les ha salido nada mal, empiezo a pensar que nunca van a grabar nada que no merezca la pena, con C´Mon (Sub Pop Records, 2011) retoman el asunto justo donde lo dejaron hace casi una década, la que nos separa del magistral Trust (Kranky, 2002), hasta nuestros dias, estamos ante la continuación lógica de aquel disco, vuelve la pausa, la sencillez, la emotividad, solo hay que escuchar la inicial "Try To Sleep" para saber que estamos otra vez en casa y que como aquí, en ninguna parte. Diez temas grabados en una vieja iglesia de su ciudad, diez razones para sonreir, para amar, para llorar, diez canciones para dar sentido a esas tardes grises de este 2011. Mimi, como te hemos echado de menos.
Megaflow es el nuevo disco de Za!, producto de un año intenso y exultante en las vidas de Spazzfrica Ehd −batería, teclado, clarinete, caja de ritmos, voces− y Papa duPau −guitarra, trompeta, kalimba, percusiones, voces− cargado de giras por Alemania, Inglaterra, España y Portugal.
Música experimental donde se canta en modo hooligan, el ruido tiene estribillo y las músicas del mundo se tocan con tres distorsiones y la guitarra pasada por dos amplificadores.
El 11 de marzo sale a la venta el disco, yo no voy a esperar tanto tiempo y me haré mañana con él en el concierto de presentación del mismo que la banda dará en KGB, acompañados en un cartel lujurioso con invitados del Mundo Estrella de PachaMadreTierraWah! (gente de Tarantula, Pony Bravo, Joan Colomo (Zeidun, The Unfinished Sympathy, La Célula Durmiente), Artur Estrada (Nueva Vulcano, Aina), Santi Garcia (Vistalegre, No More Lies), Jens Neumaier (Giulia y los Tellarini, 12Twelve) y Happy A! + Betunizer.
Megaflow (Acuarela Discos, 2011), ha sido grabado por Santi García y masterizado por Jeff Lipton(Battles, Lightning Bolt) y simplemente con estar a la altura del anterior y espectacular plástico del grupo, el fantástico Macumba o Muerte (Acuarela Discos, 2009) ya puede estar uno contento. De los mejores discos editados aquí en los ultimos tiempos.
Za! con invitados del Mundo Estrella de PachaMadreTierraWah! + Betunizer
18 de febrero de 2011 - Sala KGB - Anticipada: 8 €, Taquilla: 10€
At The Drive-In ya no están con nosotros, hace ya bastantes años, tantos como diez, que la formación paso a mejor vida, pero este quinteto originario de El Paso, Texas, y comandado por Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez-López, los dos actuamente en The Mars Volta, editó tres discos entre los años 1996 y 2000, de los cuales, el tercero y último de ellos, Relationship of Command (Grand Royal,2000), me parece una sobrada de campeonato, hardcore, post-hardcore, rock de batalla, realmente potente, guitarras desatadas, sección ritmica plétorica y un frontman como la copa de un pino, una banda que a punto de su disolución nos arremete con 12 temas enérgicos, sin respiro, Pattern Against User, One Armed Scissor, Invalid Litter Dept., Rolodex Propaganda, Cosmonaut, Catacombs, son algunas de las gemas del álbum, temas brillantes, acelerados, dañinos, en un disco que se convirtiría en un referente a seguir para las nuevas bandas y un clásico instantáneo dentro del género.
Relationship of Command (Grand Royal,2000)
Los directos de la banda eran apoteósicos, adrenalíticos, brutales, en los que la comunión con el público era total, sudor, sangre y ostias por todos lados, la entrega era máxima por ambas partes. No se si volverán algún día, si tuvieron los santos cojones de dejarlo en el punto más algido de su historia no me sorprendería que lo hicieran, es muy posible, a los que ya recibimos el puñetazo en la cara una vez no nos importaría volver a repetirlo, desde luego.
Desde septiembre que se supo que James Blake, joven músico londinense de 22 años, iba a sacar su disco debut a comienzos de este 2011, saltaron todas las alarmas y las expectativas se dispararon hasta niveles insospechados, por otra parte, expectativas totalmente justificadas si escuchamos los singles y eps publicados por este mago de la electrónica durante el año pasado. El homónimo James Blake (Atlas Recordings, 2011) es, desde ya , uno de los favoritos a coronar las listas de este año, obra majestuosa en la que todas esas expectativas se han visto superadas y con creces, ya desde la inicial Wilhelms Scream y esos titubeantes pero firmes juegos vocales acompañados de una ligera bruma soft- noise la cosa apunta alto, y bien arriba que llega una vez los ultimos compases de Measurements se van extinguiendo.
El acierto de Blake radica en no querer rizar el rizo más de lo necesario,eso no es fácil, hay que ser muy inteligente para llegar al punto exacto y no pasarse, ajustar técnica, posibilidades y un enorme talento al servicio de un registro vocal excepcional y a su ya demostrada capacidad para extraer lo mejor de esa barrecha soul, dubstep y electrónica minimalista lo- fi de ensueño. Piano, melodias suaves, susurros, voz firme y arrolladora, filtros vocales a tutiplén, vamos, mete en una batidora a Kanye West, a Burial y a Antony ( ay amigo, que se siente al no tener ya el vozarrón más guapo del reino?), aprieta al ON, y el resultado será inevitablemente James Blake.
James Blake - James Blake (Atlas Recordings, 2011)
Para muestra de su música dejo el tubo de ‘Limit To Your Love’, su vibrante versión del tema de Feist, el más perfecto y claro ejemplo de lo que este nuevo geniecillo puede dar de sí, con esos bajos que parecen surgir del fondo de la misma tierra y que se te agarran a las tripas.
Minimal, ambient, drone, etiquetas todas ellas que podemos asociar a lo que este estupendo músico desarrolla en sus discos, electrónica para aquellos degustadores exigentes de platos rebuscados y exquisitos. La clave de su última y excepcional obra, Ravedeath, 1972 (Kranky, 2011), se encuentra dentro de la iglesia. El órgano es la pieza fundamental tras la que Hecker y todos sus sintetizadores se mueven hasta hacernos llegar hasta una cima que jamás habíamos llegado a ver, pero que ya intuiamos después de los fantásticos Harmony in Ultraviolet ( 2006) y An Imaginary Country (Kranky, 2009). Ravedeath, 1972 se compone de tres partes que se dividen en ”In the Fog” (tres canciones), ”Hatred of Music” (dos) e ”In the Air” (otras tres piezas) y de varios temas que sirven como antesala de lo que vendrá después. En definitiva, otro paso más hacia adelante dentro de la ya selecta, de por si, discografía del canadiense, donde esa busqueda de la perfecta asociación de ruido,disonancia y melodía nos embarca en un nuevo viaje sensorial, placentero y doloroso, físico y emocional, un viaje único, al que uno, por fortuna, puede regresar, una y otra vez, siempre que lo desee. Un viaje que recomiendo fervorosamente. Alucinante.
El próximo miércoles 9 de febrero tendrá lugar una esperadisima cita en la sala Apolo con una de las más interesantes y respetadas bandas indie rock salidas en los states durante los últimos años. Band of Horses, es una banda formada en Seattle en 2004 por Ben Bridwell y Mat Brooke, este último abandonó la formación despues de editar un maravilloso álbum de debut, el aclamado Everything all the Time (Sub Pop, 2006), deserción que benefició a los seguidores de la banda de caballos, al fundar Brooke una nueva banda, Grand Archives, tan buena como la anterior. Con unos muy buenos segundo y tercer disco Cease to Begin (Sub Pop, 2007) y Infinite Arms (Sub Pop, 2010) y con una sola presencia en nuestra ciudad, tocaron en la edición del 2007 en el escenario ATP pero un servidor prefirió a Beirut y se los perdió, espina que me sacaré la semana próxima, y en sala, como tiene que ser.
Nadie debería saltarse este disco, una de las cúspides del rock americano de la pasada década, diez temas sin desperdicio alguno, rock de guitarras, furiosas y cálidas, adornadas con la excepcional voz de Bridwell que por momentos parece llegar hasta donde otros sólo pueden soñar hacerlo, diez canciones para perderse en la intimidad, y gritar, sonreir y porque no, llorar de emoción, de diez.
